ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, analiza la situación y representatividad de la mujer en el sector de la ciberseguridad.
El aumento de los ciberataques ha hecho que el campo de la seguridad tenga un mayor crecimiento dentro de lo que es la tecnología. Sin embargo, la escasez de profesionales con las habilidades suficientes para desempeñarse en este campo se estima que es de un poco menos de 3 millones en todo el mundo, en América Latina la brecha para cubrir la demanda es cercana a los 136.000 profesionales.
El déficit de especialistas en este campo es cada vez mayor y pone en riesgo a más empresas y organizaciones al dejarlas vulnerables a un posible ataque. Respecto a este punto se agrega que estudios publicados recientemente y que analizan la ciberseguridad en el sector público de varios países del mundo arrojaron que el 88% de las organizaciones públicas sufrió al menos un daño producto de un ciberataque en los últimos dos años.
Poniendo la mirada en el rol de las mujeres en el campo de la seguridad, los datos nos confirman que, aunque actualmente existe poca representatividad del género, las predicciones aseguran que se alcanzará un 20% para este año, en comparación al 11% con el que finalizaba 2017. Aún con las cifras en alza, la falta de profesionales con habilidades suficientes para enfrentar la realidad que supone la ciberseguridad y la escasez del género femenino es un problema a nivel mundial.
Ante la realidad descrita, Cecilia Pastorino, Especialista en Seguridad Informática y Vocera de ESET, es consciente de las diferencias de géneros en el sector y agrega que “No es casualidad que deban existir eventos, programas y fundaciones para promover a las mujeres en estas áreas”. A su vez, afirma que “Además de ser importante analizar si se valora nuestra opinión igual que la de un hombre, si tenemos los mismos salarios o si se respeta a una mujer cuando está en un puesto de mando, hay una realidad que marca que existe un problema más profundo y es que hay muchas menos mujeres que estudian carreras técnicas”.
Por su parte, Denise Giusto Bilic, otra Especialista de ESET Latinoamérica, completa afirmando que “se ven vientos de cambio y la misma comunidad está aprendiendo a identificar y reprender individuos y organizaciones que se comportan de manera no ética”. La experta analiza la situación y añade que “no alcanza con simplemente contratar mujeres si luego serán forzadas a trabajar en ambientes hostiles donde la regla general es considerarlas inferiores, recibiendo menos paga y estando sujetas muchas veces a acoso de parte de sus pares”.
Para finalizar, tanto Denise como Cecilia reflexionan que “estos días ayudan a conmemorar y recordar a aquellas mujeres que moldearon con su labor, a veces invisibilizada, lo que hoy llamamos ciencia” y que “muchas veces las chicas dudan de involucrarse en áreas de seguridad porque encuentran obstáculos por su condición de mujer, pero que demuestran muy buenos resultados una vez que alcanzan puestos de investigación o desarrollo”.
En concordancia con el análisis realizado desde ESET, recordamos que existen varias iniciativas para promover al género femenino en el campo como puede ser “For Women in Science”, organizado por la UNESCO en conjunto con el grupo L ´Oreal y en Latinoamerica Latinity que reúne a mujeres líderes de la región para discutir temas relacionados con la tecnología, la computación y la participación de la mujer en estos campos, y la NotPink Con, que el año pasado realizó su primera edición en Argentina.
El aumento de los ciberataques ha hecho que el campo de la seguridad tenga un mayor crecimiento dentro de lo que es la tecnología. Sin embargo, la escasez de profesionales con las habilidades suficientes para desempeñarse en este campo se estima que es de un poco menos de 3 millones en todo el mundo, en América Latina la brecha para cubrir la demanda es cercana a los 136.000 profesionales.
El déficit de especialistas en este campo es cada vez mayor y pone en riesgo a más empresas y organizaciones al dejarlas vulnerables a un posible ataque. Respecto a este punto se agrega que estudios publicados recientemente y que analizan la ciberseguridad en el sector público de varios países del mundo arrojaron que el 88% de las organizaciones públicas sufrió al menos un daño producto de un ciberataque en los últimos dos años.
Poniendo la mirada en el rol de las mujeres en el campo de la seguridad, los datos nos confirman que, aunque actualmente existe poca representatividad del género, las predicciones aseguran que se alcanzará un 20% para este año, en comparación al 11% con el que finalizaba 2017. Aún con las cifras en alza, la falta de profesionales con habilidades suficientes para enfrentar la realidad que supone la ciberseguridad y la escasez del género femenino es un problema a nivel mundial.
Ante la realidad descrita, Cecilia Pastorino, Especialista en Seguridad Informática y Vocera de ESET, es consciente de las diferencias de géneros en el sector y agrega que “No es casualidad que deban existir eventos, programas y fundaciones para promover a las mujeres en estas áreas”. A su vez, afirma que “Además de ser importante analizar si se valora nuestra opinión igual que la de un hombre, si tenemos los mismos salarios o si se respeta a una mujer cuando está en un puesto de mando, hay una realidad que marca que existe un problema más profundo y es que hay muchas menos mujeres que estudian carreras técnicas”.
Por su parte, Denise Giusto Bilic, otra Especialista de ESET Latinoamérica, completa afirmando que “se ven vientos de cambio y la misma comunidad está aprendiendo a identificar y reprender individuos y organizaciones que se comportan de manera no ética”. La experta analiza la situación y añade que “no alcanza con simplemente contratar mujeres si luego serán forzadas a trabajar en ambientes hostiles donde la regla general es considerarlas inferiores, recibiendo menos paga y estando sujetas muchas veces a acoso de parte de sus pares”.
Para finalizar, tanto Denise como Cecilia reflexionan que “estos días ayudan a conmemorar y recordar a aquellas mujeres que moldearon con su labor, a veces invisibilizada, lo que hoy llamamos ciencia” y que “muchas veces las chicas dudan de involucrarse en áreas de seguridad porque encuentran obstáculos por su condición de mujer, pero que demuestran muy buenos resultados una vez que alcanzan puestos de investigación o desarrollo”.
En concordancia con el análisis realizado desde ESET, recordamos que existen varias iniciativas para promover al género femenino en el campo como puede ser “For Women in Science”, organizado por la UNESCO en conjunto con el grupo L ´Oreal y en Latinoamerica Latinity que reúne a mujeres líderes de la región para discutir temas relacionados con la tecnología, la computación y la participación de la mujer en estos campos, y la NotPink Con, que el año pasado realizó su primera edición en Argentina.
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