Turismo que transforma vidas en Guatemala



Guatemala, 30 de marzo de 2015.  Ni la lluvia inesperada de la tarde del Domingo de Ramos ni las colas de cientos de vehículos en búsqueda de parqueo, mermaron el ánimo de turistas nacionales y extranjeros que vivieron ayer en Antigua Guatemala, una de las muestras más representativas de fervor popular de la Semana Santa.

 

Y fue allí donde los más de 10 frentes de trabajo del Instituto Guatemalteco de Turismo –INGUAT- se hicieron presentes:  equipos de apoyo en la feria turística,  informativos móviles con el recorrido de la procesión, jóvenes voluntarios que brindaron información, cuadrilla de limpieza que contribuyó al ornato de la ciudad y personal de asistencia al turista, entre otros.

 

La tradicional elaboración de la alfombra de aserrín de colores fue una de las actividades que más llamó la atención. En una colaboración mutua entre el INGUAT y el Comité de Auto Gestión Turística de Sacatepéquez, se llevó a cabo frente a la sede regional un taller que pretendía ilustrar a los visitantes el proceso de elaboración de estas obras de arte propias de la Semana Santa en Guatemala.

 

Otra de las actividades destacadas del fin de semana enfocadas a la promoción turística fue el inicio de la Feria Turística instalada frente a la Iglesia de El Calvario. Vecinos de San Juan El Obispo, San Pedro Las Huertas, San Cristóbal El Alto, Santa Ana y otras aldeas de Antigua Guatemala, expondrán hasta el 5 de abril una muestra de su potencial turístico, comercial y artesanal.  La invitación está abierta  a todo público en horario de 10:00 a 18:00 hrs.

 

Para los artesanos de las comunidades en promoción, es una gran oportunidad y agradecen el apoyo de esta naturaleza explica el sexagenario, Pedro Chacón, fabricante de vinos artesanales.

 

Chacón es padre de cinco hijos, quienes, en el 2007 inician a producir vinos de las diferentes frutas propias de la región,  inspirados por un turista alemán que ahora reside en la aldea de San Juan del Obispo y le trasladó el conocimiento para fabricar la bebida, nos narra el artesano.

 

“A partir del 2013, la venta de nuestro producto ha crecido considerablemente, porque ahora, los turistas están empezando a llegar, y se interesan por el vino que producimos en casa con mi familia, entre otros productos de la aldea, yo sigo trabajando en el campo y de manera paralela, con la familia producimos el vino, especialmente de níspero porque es la fruta ícono de mi comunidad” exclama con mucha confianza, Chacón.

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