Las exportaciones de aceite de oliva español continúan creciendo al mismo tiempo que España registra niveles de producción récord, con más de un millón setecientas mil toneladas en el último semestre (octubre 2013 a marzo 2014), un 187% más que en la campaña anterior.
Según cifras provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), durante estos meses pasados las exportaciones han alcanzado las 500.400 toneladas (con un aumento del 68% sobre la campaña anterior y del 36% respecto a la media de las cuatro últimas).
España, mayor productor de aceite de oliva del mundo, ha procesado más de 8,6 millones de toneladas de olivas desde el inicio de la actual campaña (1 de octubre), con un rendimiento medio del 20,2% (porcentaje de aceite que contiene la aceituna; permite calcular la cantidad de aceite de oliva virgen que se obtendrá por cada kilo de fruto).
Según Rafael Sánchez de Puerta Díaz, presidente del Comité Consultivo de Aceite de Oliva y Aceituna de la Unión Europea, uno de los factores que han favorecido el incremento de las ventas de aceite español es el reducido stock mundial de aceite de oliva al final de la pasada temporada.
La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (FAECA) señala que la producción ha registrado descensos importantes en países tradicionalmente productores como Grecia, Turquía o Túnez.
Como consecuencia de esta reducción en la oferta, Italia, por ejemplo, se está abasteciendo de aceite de oliva de origen español en mayor medida que en periodos anteriores. De hecho, el último informe del Consejo Oleícola Internacional (COI) ha rebajado la previsión de producción mundial, de 3.098.000 a 3.050.000 toneladas, lo que pone de relieve la importancia de la oferta española en el ejercicio actual.
Andalucía es la comunidad autónoma líder en producción oleícola nacional, con cerca del 80% del total y unos 1,3 millones de toneladas estimadas en esta campaña. El Gobierno andaluz destaca que las condiciones climatológicas han favorecido en gran medida el ritmo y calidad de la producción de aceite, ya que el inicio de la temporada de recolección estuvo marcado por la ausencia de lluvias.
Según cifras provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), durante estos meses pasados las exportaciones han alcanzado las 500.400 toneladas (con un aumento del 68% sobre la campaña anterior y del 36% respecto a la media de las cuatro últimas).
España, mayor productor de aceite de oliva del mundo, ha procesado más de 8,6 millones de toneladas de olivas desde el inicio de la actual campaña (1 de octubre), con un rendimiento medio del 20,2% (porcentaje de aceite que contiene la aceituna; permite calcular la cantidad de aceite de oliva virgen que se obtendrá por cada kilo de fruto).
Según Rafael Sánchez de Puerta Díaz, presidente del Comité Consultivo de Aceite de Oliva y Aceituna de la Unión Europea, uno de los factores que han favorecido el incremento de las ventas de aceite español es el reducido stock mundial de aceite de oliva al final de la pasada temporada.
La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (FAECA) señala que la producción ha registrado descensos importantes en países tradicionalmente productores como Grecia, Turquía o Túnez.
Como consecuencia de esta reducción en la oferta, Italia, por ejemplo, se está abasteciendo de aceite de oliva de origen español en mayor medida que en periodos anteriores. De hecho, el último informe del Consejo Oleícola Internacional (COI) ha rebajado la previsión de producción mundial, de 3.098.000 a 3.050.000 toneladas, lo que pone de relieve la importancia de la oferta española en el ejercicio actual.
Andalucía es la comunidad autónoma líder en producción oleícola nacional, con cerca del 80% del total y unos 1,3 millones de toneladas estimadas en esta campaña. El Gobierno andaluz destaca que las condiciones climatológicas han favorecido en gran medida el ritmo y calidad de la producción de aceite, ya que el inicio de la temporada de recolección estuvo marcado por la ausencia de lluvias.
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