El atleta guatemalteco, Juan Carlos Sagastume, arribó exitosamente a la meta del Ultramaratón del Monte Fuji, al ubicarse en el puesto 16 de su categoría y la posición 18 de la general, tras completar la competencia de 168 km. sin parar.
El atleta guatemalteco, Juan Carlos Sagastume, arribó exitosamente a la meta del Ultramaratón del Monte Fuji, al ubicarse en el puesto 16 de su categoría y la posición 18 de la general, tras completar la competencia de 168 km. sin parar.
Fueron 24 horas con 11 minutos, lo que le tomó a Sagastume finalizar el recorrido, después de que la prueba exigiera acumular 9,500 metros de desnivel en la distancia señalada. Factor que muchas veces obligó a superar cuestas sumamente inclinadas, con un nivel técnico muy alto, casi como si se tratase de una pared. Tal era el caso, que los organizadores colocaron cuerdas para que los competidores pudieran correr hacia arriba con mayor seguridad, sin correr el riesgo de caer hacia atrás.
Lo mismo sucedió con las bajadas de esas cuestas, el nivel de inclinación para subir, igualmente se extendía en la parte contraria, al bajar. Donde se requería mucha concentración para llevar la rapidez que el propio terreno exigía, y al mismo tiempo, se precisaba de conocimiento técnico para controlar esa velocidad con cada paso que se daba para no caer o provocar un accidente que obligara a rodar sin control hacia el pie de la cumbre.
Así también, el clima representó otra de las grandes dificultades de la carrera. Puesto que las temperaturas llegaban por debajo de los 0° C, en medio de lluvia, fuertes vientos y nieve. Condiciones que además de provocar un mayor desgaste en los corredores, completaban el carácter extremo y de aventura por la inestabilidad que provocaban o por intensificar las posibilidades de deslizamiento. Escenario que fue más crítico en horas de la noche y cerca de la madrugada.
Desde el inicio
A las 15:00 horas del 25 de abril (horario de Japón), 1,200 atletas* de más de 40 países salieron a conquistar el Monte Fuji en el ultramaratón más importante de Asia. Los primeros kilómetros se recorrieron muy rápido y antes de llegar al primer ascenso de 6Kms., el bloque grande se separó, para dejar a la cabeza a los 50 mejores del mundo, que marcaron el paso élite de la competencia.
Guatemala, con la representación de Sagastume, logró situarse desde el inicio en este grupo dominante, en el que se mantuvo hasta el final.
En palabras del guatemalteco
Al finalizar el evento, el atleta comentó: "Después de 110Kms. de recorrido, mi cuerpo empezó a cansarse y cada vez, las cuestas se sentían más largas y la distancia entre los puestos de abastecimiento era casi eterna. Sin embargo, mi mayor fortaleza es la capacidad mental de soportar ese cansancio físico y mental que precisamente se pone a prueba en esos momentos."
"A pesar de sentirme cansado, adolorido, con sueño, mal comido y con una serie de incomodidades físicas, estoy convencido que en esas condiciones lo único nos puede impulsar a seguir, es esa fuerza mental que se basa en la fe que tengamos en nosotros mismos y que por convicción, nos empuja a no rendirnos y darlo todo hasta llegar a la meta."
"¡Así lo hice, siempre mantuve presente cuál era el objetivo de estar ahí. Hasta que finalmente, después de 24 horas con 11 minutos, crucé la meta en la posición 18 de la general. Lo que me permitió colocar a Guatemala entre los mejores del mundo!"
"¡Es una gran satisfacción, levantar la bandera de Guatemala en un país tan lejano al nuestro y demostrar que los Guatemaltecos somos GRANDES… Viva Guate!"
*1,200 atletas: 1,000 japoneses y 200 extranjeros seleccionados para representar a los mejores del mundo.
El atleta guatemalteco, Juan Carlos Sagastume, arribó exitosamente a la meta del Ultramaratón del Monte Fuji, al ubicarse en el puesto 16 de su categoría y la posición 18 de la general, tras completar la competencia de 168 km. sin parar.
Fueron 24 horas con 11 minutos, lo que le tomó a Sagastume finalizar el recorrido, después de que la prueba exigiera acumular 9,500 metros de desnivel en la distancia señalada. Factor que muchas veces obligó a superar cuestas sumamente inclinadas, con un nivel técnico muy alto, casi como si se tratase de una pared. Tal era el caso, que los organizadores colocaron cuerdas para que los competidores pudieran correr hacia arriba con mayor seguridad, sin correr el riesgo de caer hacia atrás.
Lo mismo sucedió con las bajadas de esas cuestas, el nivel de inclinación para subir, igualmente se extendía en la parte contraria, al bajar. Donde se requería mucha concentración para llevar la rapidez que el propio terreno exigía, y al mismo tiempo, se precisaba de conocimiento técnico para controlar esa velocidad con cada paso que se daba para no caer o provocar un accidente que obligara a rodar sin control hacia el pie de la cumbre.
Así también, el clima representó otra de las grandes dificultades de la carrera. Puesto que las temperaturas llegaban por debajo de los 0° C, en medio de lluvia, fuertes vientos y nieve. Condiciones que además de provocar un mayor desgaste en los corredores, completaban el carácter extremo y de aventura por la inestabilidad que provocaban o por intensificar las posibilidades de deslizamiento. Escenario que fue más crítico en horas de la noche y cerca de la madrugada.
Desde el inicio
A las 15:00 horas del 25 de abril (horario de Japón), 1,200 atletas* de más de 40 países salieron a conquistar el Monte Fuji en el ultramaratón más importante de Asia. Los primeros kilómetros se recorrieron muy rápido y antes de llegar al primer ascenso de 6Kms., el bloque grande se separó, para dejar a la cabeza a los 50 mejores del mundo, que marcaron el paso élite de la competencia.
Guatemala, con la representación de Sagastume, logró situarse desde el inicio en este grupo dominante, en el que se mantuvo hasta el final.
En palabras del guatemalteco
Al finalizar el evento, el atleta comentó: "Después de 110Kms. de recorrido, mi cuerpo empezó a cansarse y cada vez, las cuestas se sentían más largas y la distancia entre los puestos de abastecimiento era casi eterna. Sin embargo, mi mayor fortaleza es la capacidad mental de soportar ese cansancio físico y mental que precisamente se pone a prueba en esos momentos."
"A pesar de sentirme cansado, adolorido, con sueño, mal comido y con una serie de incomodidades físicas, estoy convencido que en esas condiciones lo único nos puede impulsar a seguir, es esa fuerza mental que se basa en la fe que tengamos en nosotros mismos y que por convicción, nos empuja a no rendirnos y darlo todo hasta llegar a la meta."
"¡Así lo hice, siempre mantuve presente cuál era el objetivo de estar ahí. Hasta que finalmente, después de 24 horas con 11 minutos, crucé la meta en la posición 18 de la general. Lo que me permitió colocar a Guatemala entre los mejores del mundo!"
"¡Es una gran satisfacción, levantar la bandera de Guatemala en un país tan lejano al nuestro y demostrar que los Guatemaltecos somos GRANDES… Viva Guate!"
*1,200 atletas: 1,000 japoneses y 200 extranjeros seleccionados para representar a los mejores del mundo.
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