El Ministerio de Relaciones Exteriores informa a la opinión pública que el canciller de Guatemala, embajador Fernando Carrera, envió una nota al secretario de la Organización de los Estados Americanos, OEA, con copia al canciller de Belice, señor Wilfred Erlington, y al Grupo de Países Amigos de Guatemala-Belice, en la que se refiere al discurso pronunciado por el canciller beliceño, en representación de su Estado, en la 68 Asamblea General de la ONU, el lunes 30 de septiembre de 2013.
La nota fue remitida al secretario General de la OEA, en su rol de facilitador del proceso que siguen Guatemala y Belice para someter el diferendo territorial, insular y marítimo a la Corte Internacional de Justicia, y expresa lo siguiente:
1. Guatemala es un país de vocación pacifista, que busca contribuir a la paz y a la seguridad mundial, como consta en sus actuaciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del cual es miembro hasta diciembre de 2013. En consecuencia, rechaza cualquier insinuación sobre la intención de hacer valer sus derechos sobre el territorio que administra Belice, a través de una acción violenta o militar.
2. El canciller de Belice expresó que Guatemala suspendió unilateralmente la Consulta Popular programada para el próximo 6 de octubre de 2013. Lo que el canciller Elrington no informó a la Asamblea General, es que dicha suspensión se debió a que Belice, luego de asumir el compromiso en diciembre de 2007 ante el Secretario General de la OEA, de acudir a la Corte Internacional de Justicia, cambió unilateralmente las reglas del juego, al modificar la Ley de Referéndum de ese país y exigir un mínimo de participación del sesenta por ciento del padrón electoral, para que dicho referéndum tuviera validez. Esta circunstancia representaba que el Referéndum se realizara en desigualdad de condiciones, y lo hizo inaceptable para Guatemala. Además, Belice ha expresado que si el resultado del Referéndum es negativo, el caso nunca podrá ser llevado a la Corte Internacional de Justicia.
3. El canciller de Belice tampoco expresó a la Asamblea General que, luego de que Guatemala suspendiera el Referéndum, han existido una serie de reuniones, la mayoría bajo el auspicio de la OEA, en las cuales ha prevalecido un buen diálogo y entendimiento entre ambas partes, y donde los cancilleres han acordado actuar de buena fe y crear un proceso de fortalecimiento de la confianza entre diversos sectores de ambos países, que permita en un corto plazo reprogramar la consulta popular y obtener un resultado positivo de la misma.
4. El Gobierno de Guatemala lamenta las desafortunadas declaraciones del canciller de Belice, por cuanto no contribuyen al fortalecimiento de la confianza entre ambos países, y no se ajustan a los hechos acaecidos en la zona de adyacencia o en sus cercanías. Mientras que las Fuerzas Armadas de Guatemala no han provocado un solo incidente en la zona de adyacencia o sus cercanías, las Fuerzas de Defensa de Belice han violado constantemente los derechos humanos de los guatemaltecos y han causado hasta el momento varias muertes de conciudadanos, así como varios heridos; además de haber efectuado varias incursiones dentro de territorio guatemalteco, verificado así por la propia Oficina de la Organización de los Estados Americanos en la Zona de Adyacencia.
Cabe resaltar que ninguna de las muertes o ataques a la integridad personal de los guatemaltecos ha sido castigada por las autoridades beliceñas y por lo tanto permanecen en absoluta impunidad.
5. El Gobierno de Guatemala no acepta el trato despectivo y discriminatorio utilizado por el Canciller de Belice respecto a los campesinos, pescadores y pobladores guatemaltecos, al responsabilizarlos de numerosos hechos ilícitos que, por el contrario, son fuente de preocupación de nuestro gobierno y en cuyo combate estamos firmemente involucrados. Tampoco acepta los lamentables conceptos que endilgan a Guatemala una supuesta responsabilidad en cuanto a la destrucción del medio ambiente en Belice. Las acciones que se señalan son inaceptables dada la posición que Guatemala tiene respecto a la defensa y preservación de los recursos naturales. Esta posición que aplica y defiende Guatemala, se refleja en los foros multilaterales correspondientes. Las acciones de algunos nacionales, jamás hacen responsable al Estado por dichos actos.
6. El Gobierno de Guatemala lamenta también la alusión del Canciller Elrington, en el sentido de que el paso de guatemaltecos al área que actualmente administra Belice, “resulte en encuentros entre guatemaltecos y las Fuerzas de Defensa de Belice que en algunas instancias resultan en fatalidades”. No es admisible y en todo caso es ilegal que se dé muerte a personas por el hecho de pasar a otro territorio; especialmente cuando el mismo aún permanece en disputa y lo que existe reconocido por ambos estados es una zona de adyacencia.
7. El canciller de Belice hace alusión a que los conflictos fronterizos son peligrosos por naturaleza. Respecto a esta afirmación, recordamos a Belice y a la comunidad internacional que Guatemala no tiene un diferendo fronterizo con Belice, por no existir fronteras entre ambos países. Ha sido aceptado por ambas partes de manera inequívoca en el artículo 2 del Acuerdo Especial del 2008, que lo que existe es un Diferendo Territorial, Insular y Marítimo, por lo que, como lo estipula el artículo 5 del mencionado Acuerdo Especial, solamente después de solucionado este diferendo se podrán delinear y marcar las respectivas fronteras.
8. La declaración pública en referencia, en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se da en clara violación al artículo 24 del Acuerdo de un Marco de Negociación del 7 de septiembre de 2005, en el cual las partes acuerdan actuar con cautela y prudencia, y cumplir con las directrices para las declaraciones públicas contenidas en el anexo “c” de las Medidas de Fomento de la Confianza del mismo Acuerdo.
En efecto, el artículo 1 del citado anexo “c”, indica que “las partes deberán reconocer que no solo los incidentes en el terreno, sino las declaraciones en los medios de comunicación, o en otro ámbito, pueden ser un factor perturbador de la confianza entre las partes y perjudicial para el proceso de llegar a una solución del conflicto”. Asimismo el artículo 2 estipula que “cada gobierno debe observar la norma de abstenerse de acusaciones públicas y de atribución de motivos hostiles a la otra”. El artículo 4, por su parte, norma que “los gobiernos deberán moderar las palabras y el tono en todas sus comunicaciones escritas y de los pronunciamientos públicos de sus funcionarios”.
9. Guatemala reitera, una vez más, su convicción de cumplir con el compromiso adquirido por ambos países de acudir a la Corte Internacional de Justicia para resolver el Diferendo Territorial, Insular y Marítimo, así como su compromiso de celebrar el referéndum en el corto plazo, pero en igualdad de condiciones.
Al final de la misiva, el canciller Fernando Carrera solicitó al secretario General Insulza tomar nota de la posición del Gobierno de Guatemala sobre las declaraciones del canciller de Belice en un foro que, además, no es el que se ha venido utilizando para discutir las posiciones de este proceso. Añade que Guatemala considera estas declaraciones como totalmente provocadoras para romper el proceso que se ha iniciado. El canciller guatemalteco puntualizó que su país no utilizará los espacios multilaterales para destruir, sino para construir, actitud que se ha demostrado hasta el día de hoy.
La nota fue remitida al secretario General de la OEA, en su rol de facilitador del proceso que siguen Guatemala y Belice para someter el diferendo territorial, insular y marítimo a la Corte Internacional de Justicia, y expresa lo siguiente:
1. Guatemala es un país de vocación pacifista, que busca contribuir a la paz y a la seguridad mundial, como consta en sus actuaciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del cual es miembro hasta diciembre de 2013. En consecuencia, rechaza cualquier insinuación sobre la intención de hacer valer sus derechos sobre el territorio que administra Belice, a través de una acción violenta o militar.
2. El canciller de Belice expresó que Guatemala suspendió unilateralmente la Consulta Popular programada para el próximo 6 de octubre de 2013. Lo que el canciller Elrington no informó a la Asamblea General, es que dicha suspensión se debió a que Belice, luego de asumir el compromiso en diciembre de 2007 ante el Secretario General de la OEA, de acudir a la Corte Internacional de Justicia, cambió unilateralmente las reglas del juego, al modificar la Ley de Referéndum de ese país y exigir un mínimo de participación del sesenta por ciento del padrón electoral, para que dicho referéndum tuviera validez. Esta circunstancia representaba que el Referéndum se realizara en desigualdad de condiciones, y lo hizo inaceptable para Guatemala. Además, Belice ha expresado que si el resultado del Referéndum es negativo, el caso nunca podrá ser llevado a la Corte Internacional de Justicia.
3. El canciller de Belice tampoco expresó a la Asamblea General que, luego de que Guatemala suspendiera el Referéndum, han existido una serie de reuniones, la mayoría bajo el auspicio de la OEA, en las cuales ha prevalecido un buen diálogo y entendimiento entre ambas partes, y donde los cancilleres han acordado actuar de buena fe y crear un proceso de fortalecimiento de la confianza entre diversos sectores de ambos países, que permita en un corto plazo reprogramar la consulta popular y obtener un resultado positivo de la misma.
4. El Gobierno de Guatemala lamenta las desafortunadas declaraciones del canciller de Belice, por cuanto no contribuyen al fortalecimiento de la confianza entre ambos países, y no se ajustan a los hechos acaecidos en la zona de adyacencia o en sus cercanías. Mientras que las Fuerzas Armadas de Guatemala no han provocado un solo incidente en la zona de adyacencia o sus cercanías, las Fuerzas de Defensa de Belice han violado constantemente los derechos humanos de los guatemaltecos y han causado hasta el momento varias muertes de conciudadanos, así como varios heridos; además de haber efectuado varias incursiones dentro de territorio guatemalteco, verificado así por la propia Oficina de la Organización de los Estados Americanos en la Zona de Adyacencia.
Cabe resaltar que ninguna de las muertes o ataques a la integridad personal de los guatemaltecos ha sido castigada por las autoridades beliceñas y por lo tanto permanecen en absoluta impunidad.
5. El Gobierno de Guatemala no acepta el trato despectivo y discriminatorio utilizado por el Canciller de Belice respecto a los campesinos, pescadores y pobladores guatemaltecos, al responsabilizarlos de numerosos hechos ilícitos que, por el contrario, son fuente de preocupación de nuestro gobierno y en cuyo combate estamos firmemente involucrados. Tampoco acepta los lamentables conceptos que endilgan a Guatemala una supuesta responsabilidad en cuanto a la destrucción del medio ambiente en Belice. Las acciones que se señalan son inaceptables dada la posición que Guatemala tiene respecto a la defensa y preservación de los recursos naturales. Esta posición que aplica y defiende Guatemala, se refleja en los foros multilaterales correspondientes. Las acciones de algunos nacionales, jamás hacen responsable al Estado por dichos actos.
6. El Gobierno de Guatemala lamenta también la alusión del Canciller Elrington, en el sentido de que el paso de guatemaltecos al área que actualmente administra Belice, “resulte en encuentros entre guatemaltecos y las Fuerzas de Defensa de Belice que en algunas instancias resultan en fatalidades”. No es admisible y en todo caso es ilegal que se dé muerte a personas por el hecho de pasar a otro territorio; especialmente cuando el mismo aún permanece en disputa y lo que existe reconocido por ambos estados es una zona de adyacencia.
7. El canciller de Belice hace alusión a que los conflictos fronterizos son peligrosos por naturaleza. Respecto a esta afirmación, recordamos a Belice y a la comunidad internacional que Guatemala no tiene un diferendo fronterizo con Belice, por no existir fronteras entre ambos países. Ha sido aceptado por ambas partes de manera inequívoca en el artículo 2 del Acuerdo Especial del 2008, que lo que existe es un Diferendo Territorial, Insular y Marítimo, por lo que, como lo estipula el artículo 5 del mencionado Acuerdo Especial, solamente después de solucionado este diferendo se podrán delinear y marcar las respectivas fronteras.
8. La declaración pública en referencia, en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se da en clara violación al artículo 24 del Acuerdo de un Marco de Negociación del 7 de septiembre de 2005, en el cual las partes acuerdan actuar con cautela y prudencia, y cumplir con las directrices para las declaraciones públicas contenidas en el anexo “c” de las Medidas de Fomento de la Confianza del mismo Acuerdo.
En efecto, el artículo 1 del citado anexo “c”, indica que “las partes deberán reconocer que no solo los incidentes en el terreno, sino las declaraciones en los medios de comunicación, o en otro ámbito, pueden ser un factor perturbador de la confianza entre las partes y perjudicial para el proceso de llegar a una solución del conflicto”. Asimismo el artículo 2 estipula que “cada gobierno debe observar la norma de abstenerse de acusaciones públicas y de atribución de motivos hostiles a la otra”. El artículo 4, por su parte, norma que “los gobiernos deberán moderar las palabras y el tono en todas sus comunicaciones escritas y de los pronunciamientos públicos de sus funcionarios”.
9. Guatemala reitera, una vez más, su convicción de cumplir con el compromiso adquirido por ambos países de acudir a la Corte Internacional de Justicia para resolver el Diferendo Territorial, Insular y Marítimo, así como su compromiso de celebrar el referéndum en el corto plazo, pero en igualdad de condiciones.
Al final de la misiva, el canciller Fernando Carrera solicitó al secretario General Insulza tomar nota de la posición del Gobierno de Guatemala sobre las declaraciones del canciller de Belice en un foro que, además, no es el que se ha venido utilizando para discutir las posiciones de este proceso. Añade que Guatemala considera estas declaraciones como totalmente provocadoras para romper el proceso que se ha iniciado. El canciller guatemalteco puntualizó que su país no utilizará los espacios multilaterales para destruir, sino para construir, actitud que se ha demostrado hasta el día de hoy.
Comentarios