Por: Jorge Fernández, Gerente de Desarrollo de Mercado para Mastercard Centroamérica.
Mucha gente sigue asociando pagar con tarjeta con “pasarla” o “insertarla”. No obstante, para los tarjetahabientes de más de 370 millones de tarjetas sin contacto aceptadas en más de 7 millones de ubicaciones en 107 países, el pago es con un toque. Mastercard introdujo las tarjetas sin contacto en 2003 para ofrecerles a los consumidores una forma segura y sencilla que les ayudara a avanzar más rápido en las filas de las cajas de pago. Y esa misma tecnología de base (y muchos de los mismos estándares) alimenta nuestra capacidad de pago con teléfonos.
Las tarjetas y dispositivos contactless contienen un chip incrustado y una antena de radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés). A través de un lector, de enlace inalámbrico, cuando se le da un toque a la tarjeta o al dispositivo con el lector, la información de transmite de manera altamente segura dentro de una fracción de segundo.
Pero cuando se transmite la información de pago de forma inalámbrica, algunos cuestionan si se trata de algo verdaderamente seguro. La respuesta simple es que sí.
• En primer lugar, los pagos sin contacto requieren información diferente a la requerida por los pagos hechos vía telefónica o en línea. Nunca se transmite información como nombre del tarjetahabiente, código de seguridad de tres dígitos ubicado al reverso de la tarjeta, ni datos de facturación como el código postal. En su lugar, junto con la información de la cuenta se envía desde la tarjeta o dispositivo al lector un código de uso único para identificar la transacción.
• En segundo lugar, en un trabajo conjunto con los emisores, minoristas y proveedores de servicios de pagos, Mastercard emplea sistemas robustos de detección de fraude, e inteligencia artificial para identificar actividades sospechosas y detener el fraude en el acto.
• Finalmente, los tarjetahabientes pueden tener la plena seguridad de que si su tarjeta corre peligro, estarán protegidos con la promesa global de responsabilidad cero y no serán responsables de ningún cargo no autorizado.
A pesar de estas medidas de seguridad, hay algunos malentendidos en torno a esta tecnología. Veamos los mitos y realidades de los pagos sin contacto:
Mucha gente sigue asociando pagar con tarjeta con “pasarla” o “insertarla”. No obstante, para los tarjetahabientes de más de 370 millones de tarjetas sin contacto aceptadas en más de 7 millones de ubicaciones en 107 países, el pago es con un toque. Mastercard introdujo las tarjetas sin contacto en 2003 para ofrecerles a los consumidores una forma segura y sencilla que les ayudara a avanzar más rápido en las filas de las cajas de pago. Y esa misma tecnología de base (y muchos de los mismos estándares) alimenta nuestra capacidad de pago con teléfonos.
Las tarjetas y dispositivos contactless contienen un chip incrustado y una antena de radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés). A través de un lector, de enlace inalámbrico, cuando se le da un toque a la tarjeta o al dispositivo con el lector, la información de transmite de manera altamente segura dentro de una fracción de segundo.
Pero cuando se transmite la información de pago de forma inalámbrica, algunos cuestionan si se trata de algo verdaderamente seguro. La respuesta simple es que sí.
• En primer lugar, los pagos sin contacto requieren información diferente a la requerida por los pagos hechos vía telefónica o en línea. Nunca se transmite información como nombre del tarjetahabiente, código de seguridad de tres dígitos ubicado al reverso de la tarjeta, ni datos de facturación como el código postal. En su lugar, junto con la información de la cuenta se envía desde la tarjeta o dispositivo al lector un código de uso único para identificar la transacción.
• En segundo lugar, en un trabajo conjunto con los emisores, minoristas y proveedores de servicios de pagos, Mastercard emplea sistemas robustos de detección de fraude, e inteligencia artificial para identificar actividades sospechosas y detener el fraude en el acto.
• Finalmente, los tarjetahabientes pueden tener la plena seguridad de que si su tarjeta corre peligro, estarán protegidos con la promesa global de responsabilidad cero y no serán responsables de ningún cargo no autorizado.
A pesar de estas medidas de seguridad, hay algunos malentendidos en torno a esta tecnología. Veamos los mitos y realidades de los pagos sin contacto:
MITOS
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REALIDADES
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Un ladrón puede fácilmente robarle vía electrónica
su tarjeta/dispositivo sin contacto.
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Aunque
sí existen aplicaciones para teléfonos inteligentes que permiten que el
teléfono lea algunos de los datos de las tarjetas o dispositivos habilitados
para pagos sin contacto, solo pueden obtener datos limitados de la tarjeta. Además, el
ladrón tendría que estar físicamente cerca de la tarjeta para obtener esa
información.
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Si un ladrón logra interceptar su información sin
contacto, puede crear una tarjeta falsa para usarla en las tiendas.
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Cuando se
hace una transacción sin contacto, la tarjeta o el dispositivo le transmiten al
lector una clave dinámica de uso único e identifica de manera segura cada
transacción específica.
Sería
extremadamente difícil que los estafadores copiaran la tecnología de
encriptación avanzada utilizada para generar la clave dinámica y crear una
versión falsa de las tarjetas sin contacto que funcione.
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Aunque el ladrón no puede clonar su tarjeta, puede
hacer compras en línea o por teléfono.
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Para
autenticar y autorizar compras vía telefónica o en línea, generalmente deben
presentarse distintos tipos de información incluyendo el código de seguridad tres
dígitos ubicado al reverso de la tarjeta y el nombre del tarjetahabiente y la
dirección de facturación.
Como
la tarjeta o el dispositivo no envía el código, la dirección de facturación
ni el código postal o el nombre a través de la interfaz sin contacto, el
ladrón no tendrá disponible la información usualmente requerida para efectuar
transacciones de pago ya sea personalmente, por teléfono o en línea.
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Usted es responsable de las compras que hagan los
ladrones si le roban la información de su tarjeta.
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Mastercard
protege a los consumidores de cargos fraudulentos con una política
global de responsabilidad cero, lo que
significa que usted no será responsabilizado por transacciones fraudulentas
no autorizadas.
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Además
de robar los datos de su tarjeta, los ladrones pueden también robarle su
identidad.
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Existe
una distinción clara entre el robo de identidad, en cuyo caso la identidad
del consumidor es asumida por otra persona para fines delictivos, y el fraude
con tarjetas de pago, mediante el cual se pone en riesgo y se utiliza la
información de la tarjeta del consumidor para hacer compras no autorizadas.
Las
tarjetas Mastercard y dispositivos sin contacto no transmiten información del
tarjetahabiente como nombre o dirección, de modo que existe un riesgo muy
mínimo de robo real de identidad.
Pero sabiendo que el robo de identidad es una gran
preocupación para muchos, Mastercard ofrece en Estados Unidos su servicio de
Alerta de Robo de Identidad para tarjetas de crédito y débito, cuyos
tarjetahabientes pueden suscribirse a través de este enlace: https://www.mastercard.us/en-us/consumers/payment-technologies/id-theft-protection.html.
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Acerca de Mastercard
Mastercard (NYSE: MA), es una compañía de tecnología dentro de la industria de pagos globales. Operamos la red de procesamiento de pagos más rápida del mundo, conectando a consumidores, instituciones financieras, comerciantes, gobiernos y negocios en más de 210 países y territorios. Los productos y soluciones de Mastercard permiten que las actividades comerciales del día a día – tales como compras, viajes, administrar un negocio y manejar finanzas – sean más fáciles, seguras y eficientes para todos. Síganos en Twitter @MastercardLAC y en LinkedIn, participe en los debates en el nuestro blog y regístrese para recibir las últimas noticias por medio de nuestra sala de prensa.
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