En octubre anterior, el Fondo Cooperativo de Carbono del Banco Mundial aprobó el financiamiento para que Guatemala ponga en marcha su Programa Nacional de Reducción de Emisiones, a través del Mecanismo de Reducción de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+).
Esta iniciativa nacional, que cuenta con el apoyo del Programa Clima, Naturaleza y Comunidades en Guatemala (CNCG) de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de otras entidades, le permitirá a Guatemala poner créditos de carbono en el mercado internacional y a disposición de las naciones comprometidas a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero de acuerdo al Protocolo de Kioto (2005). El Protocolo de Kioto establece metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países industrializados y la Unión Europea, reconociendo que son los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de gases de efecto invernadero que hay actualmente en la atmósfera.
Con el Programa Nacional de Reducción de la Deforestación, Guatemala busca disminuir las emisiones netas de gases de efecto invernadero por medio de acciones que reduzcan la deforestación y degradación de los bosques, que promuevan actividades de manejo comercial de bosques y plantaciones agroforestales de forma sostenible, y que fortalezcan la legalidad forestal y gobernanza de los bosques.
El Programa se desarrollará a nivel nacional, en el período 2016-2020 de acuerdo con los estatutos del Banco Mundial, que busca a través de un proceso competitivo a nivel mundial países que tienen las condiciones necesarias para vender créditos de carbono. Una estimación preliminar determina que Guatemala puede reducir alrededor de 21 millones de toneladas de carbono en este período.
“Es una noticia extraordinaria para el país. Esta es la puerta para optar por beneficios por la captura de carbono de nuestros bosques y también representa un compromiso para preparar una estrategia con el apoyo de países donantes que depositaron contundentemente su apoyo en Guatemala”, expresó Benedicto Lucas, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas.
Con estas reducciones, Guatemala podría obtener un pago por los resultados medidos en términos de créditos de carbono y con esos recursos podrá apoyar programas para la conservación de los bosques en las comunidades, como el Programa de incentivos para pequeños poseedores de tierras de vocación forestal o agroforestal y el Programa de incentivos forestales y fortalecer la gestión del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas.
El Programa Clima, Naturaleza y Comunidades en Guatemala está acompañando al Gobierno de Guatemala en esta iniciativa, brindando asesoría técnica en la identificación de actividades que fueron incluidas en el Programa Nacional de Reducción de la Deforestación.
“Este es un avance muy importante para que Guatemala pueda generar recursos financieros que apoyen la gestión y desarrollo forestal del país, considerando el valor estratégico de los bosques por su valor en provisión de bienes y servicios tales como el agua, alimentos, medicinas y muchos otros”, dijo Igor de la Roca, Gerente de Cambio Climático de CNCG.
La venta de créditos de carbono genera recursos que son destinados a frenar la deforestación en países con altas tasas de pérdida boscosa, lo cual permite apoyar la conservación de bosques y generar pulmones en diferentes partes del mundo.
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