Balance Trabajo – Familia, un reto a impulsar en las organizaciones

Según Mireia Las Heras, Directora del Centro Trabajo y Familia del IESE Business School (IESE), quien recientemente participó en como profesora invitada del Programa de Especialización en Responsabilidad Familiar Corporativa del Centro de Investigaciones Humanismo Empresa (CIHE) de la Universidad del Istmo, el riesgo que corren las empresas y los empleados cuando no cuentan con el Balance Trabajo – Familia es múltiple y grave.





Es múltiple por ejemplo, en la salud de los empleados, quienes están extenuados y están más proclives a enfermedades, así como riesgos para la empresa como la falta de productividad por la falta de  concentración y cansancio de los colaboradores.






Además, existe un riesgo de falta de compromiso de los trabajadores para con las empresas cuando perciben que la entidad no está dispuesta a buscar y brindarle soluciones, por lo tanto, éstos no se comprometen.


También existen riesgos para las familias de los empleados y para la sociedad en conjunto. Las familias que tienen hijos por ejemplo, los empleados no pueden dedicarles esas horas de ocio y educativas que sus hijos necesitarían creando un coste social.


A decir de la especialista, el principal obstáculo para conseguir ese equilibrio entre familia, vida personal y vida laboral es el de empresas rígidas que viven en un paradigma en el siglo 20, cuando estamos en un entorno tecnológico, social y globalizado que permite muchas opciones para trabajar más eficientes y efectivas.


Este obstáculo está en los directivos que no han sido capaces de pensar de manera innovadora, disruptiva y eficaz para los empleados y para la propia empresa.


Se debe fomentar entonces esa conciliación trabajo – familia que ayuden a disminuir las horas de traslado casa - oficina, el tiempo precisamente en el desplazamiento y la falta de productividad. Por lo que se plantea poner oficinas fuera de la ciudad para que no todos los empleados tengan que llegar a las oficinas centrales y los empleados inviertan el tiempo a trabajar, descansar y con su familia para mejorar en la salud.



Estudio sobre la calidad del balance trabajo - familia:



El IFREI diagnostica la calidad del balance trabajo-familia, es decir, qué tan bien viven este balance las personas y qué esfuerzos hacen las empresas por impulsar ese balance. Este centro acuñó el término Responsabilidad Familiar Corporativa para referirse al compromiso de las empresas por impulsar unas políticas laborales, una cultura organizacional y un liderazgo de los jefes que sea favorable con la búsqueda de ese balance trabajo-familia por parte de los colaboradores.


En Guatemala, el Centro Trabajo y Familia del IESE cuenta con un aliado, el Centro de Investigaciones Humanismo y Empresa (CIHE), de la Universidad del Istmo.
De acuerdo con la investigación de campo del CIHE[1], respecto a Guatemala,  arrojo los siguientes hallazgos:


El 56% de los empleados del área metropolitana afirma que en sus empresas normalmente se espera que pongan el trabajo por encima de sus necesidades familiares y personales al: a) dedicar más de 50 horas a la semana al trabajo si desean progresar en su puesto laboral, b) lleven trabajo a casa y c) que no hagan uso de las políticas de flexibilidad que se ofrecen, ya que podría ser mal visto a la hora de evaluar su compromiso con la empresa.


Del resto de empleados del área metropolitana, cabe decir que un 14% considera que sus respectivas empresas sistemáticamente facilitan la integración del trabajo, la familia y la vida personal. En el restante 31%, consideran que sus empresas facilitan esa integración no de una manera sistemática, aunque sí ocasionalmente según niveles jerárquicos.






Recomendaciones de Responsabilidad Familiar Corporativa:



Las empresas que concilian Trabajo –Familia lo hacen porque lo entienden y tienen un proyecto a largo plazo, donde se espera que los empleados aporten un valor diferencial. Asumen su responsabilidad respecto a todos los actores en juego y e darán un retorno a los inversionistas, a los empleados, a los clientes y a la sociedad, porque todos ellos están aportando a la empresa.


Para impulsar la conciliación trabajo – familia, la empresa debe tener un presupuesto y la alta dirección debe estar convencida de su valor. A medio-largo plazo la inversión tendrá un retorno positivo, por supuesto, pero todo tiene un coste y debe tener un presupuesto inicial. Hay que dedicar horas, dinero y recursos a la conciliación.


Para aceptar y fomentar la responsabilidad familiar corporativa primero se debe entender que se está ante un nuevo entorno; digital, global, diverso, volátil, donde todo cambia rápidamente. La jornada de 40 horas presenciales surgió en los años 20, quizá este nuevo entorno exija algunos cambios, un modo distinto de trabajar.


Si se exige accesibilidad a los empleados, también se dará flexibilidad (no se puede esperar que luego de una jornada rígida de 8 a 16 horas, la persona esté disponible el resto del día. Si se les demanda que aprendan cosas nuevas se debe ofrecer una formación para desarrollar esas competencias.




Comentarios

yisus dijo…
Para Monitorizar teletrabajadores es sencillo usar una serie de herramientas actuales como softwares de empleados por lo cual muchas empresas le esta gustando el teletrabjo y es buen momento para buscar este trabajo